viernes, 8 de febrero de 2008

Elegite uno si podés




La historia viene así: hace muchos años, cuando era chico, había en el barrio una perra Bearded collie color gris perdida en el barrio de Belgrano, yo estaba en el primario y cada vez que iba a la escuela la veía, la seguía a una señora que le daba de comer, era muy dócil. La ibamos a agarrar para nosotros porque era muy educada y no tenía dueño a la vista, pero alguién nos ganó de mano y se la llevo, no la vimos nunca más. Luego me compré un setter inglés (Siki para los amigos) estuvo 11 años conmigo, no quise volver a tener perros nunca más.


Pero me fuí a vivir solo y aprovechando que tenía un buen balcón me dieron ganas de tener otro perro, empecé a ir a las exposiciones de perros de nuevo y volví a ver unos beardes en todas sus variedades (no sabía que había de color marrón), empecé a leer sobre la raza y me encantó, luego me conecté con la señora Elba del criadero Rebaño Escocés, me explicó más sobre la raza, y cuando ví los bearded marrones me encantaron!!!
Con mi hermano Lucas nos tomamos el 60 y nos fuimos al criadero, era un paraíso canino, nos recibieron unos cachorros juguetones y empezamos a husmear todo!!! Elba nos presentó a Che, una hermosa perra que había tenido cría. La perra apenas nos vió nos ofreció su panza para que se la rasquemos. Luego desfilaron ante nosotros los cachorritos... pero ¿cuál elegir? Miren ahí arriba tienen las fotos de toda la lechigada junta. Esta historia continuará...